miércoles, 23 de septiembre de 2009

El credo de un humanista

El credo de un humanista

Fragmento del libro “El humanismo como utopía real”, de Erich Fromm

1.- Creo que la unidad del hombre, a diferencia de otros seres vivientes, se debe a que el hombre es la vida consciente de sí misma. El hombre es consciente de sí mismo, de su futuro, que es la muerte ; de su pequeñez, de su impotencia. Es consciente del otro en cuanto otro. El hombre está en la naturaleza, y sometido a sus leyes, aunque la trascienda con el pensamiento.

2.- Creo que el hombre es consecuencia de la evolución natural : que ha nacido del conflicto de estar preso y separado de la naturaleza y de la necesidad de hallar unidad y armonía con ella.


3.-Creo que la naturaleza del hombre es una incoherencia, debida a las condiciones de la existencia humana, que exige buscarle soluciones, las cuales a su vez crean nuevas incoherencias y la necesidad de nuevas soluciones.

4.- Creo que toda solución a estas incoherencias puede cumplir realmente la condición de ayudar al hombre a superar el sentimiento de separación y a lograr un sentimiento de concordancia, comunidad y participación.

5.- Creo que, en toda solución a estas incoherencias, el hombre sólo tiene la posibilidad de escoger entre avanzar o retroceder. Estas opciones, que se manifiestan en actos precisos, son medios para rebajar o para desarrollar la humanidad que tenemos dentro.

6.-Creo que la alternativa fundamental para el hombre es la elección entre “vida” y “muerte”, entre creatividad y violencia destructiva, entre la realidad y el engaño, entre la objetividad y la intolerancia, entre fraternidad con independencia y dominio con sometimiento.

7.- Creo que podemos atribuir a la “vida” el significado de continuo nacimiento y constante desarrollo.

8.-Creo que podemos atribuir a la “muerte” el significado de suspensión del desarrollo y continua repetición.

9.- Creo que, con la solución regresiva, el hombre trata de encontrar la unidad librándose del insoportable miedo a la soledad y a la incertidumbre, desfigurando lo que lo hace humano y lo atormenta. La orientación regresiva se desarrolla en tres manifestaciones, juntas o separadas : La necrofilia, el narcisismo y la simbiosis incestuosa.

Por necrofilia entiendo el gusto por todo lo que es violencia y destrucción : el deseo de matar, la adoración de la fuerza, la atracción por la muerte, el suicidio y el sadismo y el deseo de transformar lo orgánico en inorgánico sometiéndolo al “orden”. El necrófilo, por carecer de las cualidades necesarias para crear, en su impotencia encuentra más fácil destruir, porque para él sólo una cualidad tienen valor : la fuerza.

Por narcisismo entiendo la falta de un interés autentico por el mundo exterior y un intenso apego a uno mismo, al grupo, clan, religión, nación, raza, etc., con graves distorsiones del juicio racional. En general, la necesidad de satisfacción narcisista deriva de la necesidad de compensar una pobreza material y cultural.

Por simbiosis incestuosa entiendo la tendencia a seguir ligado a la madre y a sus equivalentes : la estirpe, la familia o la tribu ; a descargarse el insoportable peso de la responsabilidad, la libertad y la conciencia, para ser protegido y amado en un estado de seguridad con dependencia, que paga el individuo con el cese de su propio desarrollo humano.

10.-Creo que , escogiendo avanzar, el hombre puede encontrar una nueva unidad mediante el pleno desarrollo de todas sus energías humanas, que se muestran en tres orientaciones, juntas o separadas : la biofilia, el amor a la humanidad y a la naturaleza y la independencia y libertad.

11.- Creo que el amor es la llave principal para abrir las puertas al “crecimiento” del hombre. El amor y la unión a alguien o algo fuera de uno mismo permite trabar relaciones con otros, sentirse uno con otros, sin reducir el sentido de integridad e independencia. El amor es una orientación positiva, para la cual es esencial que se hallen presentes al mismo tiempo la solicitud, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento del objeto de unión.

12.- Creo que la experiencia del amor es el acto más humano y humanizador que es dado gozar al hombre y, como la razón, carece de sentido si se entiende de manera parcial.

13.-Creo en la necesidad de “liberación” de los lazos, externos o internos, como condición para poder tener la “libertad” de crear, obrar, querer saber, etc., para poder llegar a ser un individuo libre, activo y responsable.

14.- Creo que libertad es la capacidad de obedecer la voz de la razón y del conocimiento, en contra de las voces de las pasiones irracionales. Es la emancipación que libera al hombre y lo pone en el camino de emplear sus facultades racionales y de comprender objetivamente el mundo y el papel que en éste representa.

15.- Creo que la “lucha por la libertad” tiene, en general, el sentido excluido de lucha contra la autoridad impuesta sobre la voluntad individual. Hoy “lucha por la libertad” debe significar liberarnos, individual y colectivamente, de la “autoridad” a la que nos hemos sometido “voluntariamente” : liberarnos de las fuerzas interiores que exigen este sometimiento porque somos incapaces de soportar la libertad.

16.- Creo que la “libertad de elección” no siempre es igual para todos los hombres en todo momento. El hombre de orientación exclusivamente necrofílica, narcisista o simbiótico incestuosa, puede tomar sólo una opción regresiva. El hombre libre, liberado de lazos irracionales, no puede tomar ya una opción regresiva.

17.- Creo que el problema de la libertad de elección existe sólo para el hombre de orientaciones contrapuestas, y que esta elección siempre está estrechamente condicionada por deseos inconscientes y por justificaciones tranquilizadoras.

18.- Creo que nadie puede “salvar” a su prójimo decidiendo por él. Únicamente podrá ayudarlo señalándole alternativas posibles, con toda sinceridad y amor, sin sensiblería ni engaño alguno. La conciencia intelectiva de las alternativas liberadoras puede reavivar en un individuo sus energías ocultas y ponerlo en el camino en el que escoja la “vida”, en lugar de la “muerte”.

19.- Creo que la igualdad se siente cuando, al descubrirse uno mismo por completo, se reconoce igual a otros y se identifica con ellos. Todo individuo lleva la humanidad en su interior. La “condición humana” es única e igual en todos los hombres, a pesar de las inevitables diferencias de inteligencia, talento, estatura, color, etc.

20.- Creo que la igualdad entre los hombres se debe recordar especialmente para evitar que uno se convierta en instrumento de otro.

21.- Creo que la fraternidad es el amor dirigido a nuestros semejantes. No obstante, se quedará en palabra hueca mientras no se hayan eliminado todos los lazos “incestuosos” que impiden juzgar objetivamente al “hermano”.

22.- Creo que el individuo no puede entablar estrecha relación con su humanidad en tanto no se disponga a trascender su sociedad y a reconocer de qué modo ésta fomenta o estorba sus potenciales humanas. Si le resultan “naturales” las prohibiciones, las restricciones y la adulteración de los valores, es señal de que no tiene un conocimiento verdadero de la naturaleza humana.

23.- Creo que la sociedad ha chocado siempre con la humanidad, aun teniendo una función a la vez estimulante e inhibitoria. La sociedad no dejará de paralizar al hombre y promover la dominación hasta que su fin se identifique con el de la humanidad.

24.- Creo que podemos y debemos esperar una sociedad cuerda que fomente la capacidad del hombre de amar a sus semejantes, de trabajar y crear, de desarrollar su razón y un sentido real de sí mismo basado en la experiencia de su energía positiva.

25.- Creo que podemos y debemos esperar la recuperación colectiva de una salud mental caracterizada por la capacidad de amar y crear, por la liberación de los lazos incestuosos con el clan y la tierra, por un sentido de identidad basado en la experiencia que tienen de sí mismo el individuo como sujeto y agente de sus facultades y por la capacidad de influir en la realidad exterior e interior a uno mismo, logrando el desarrollo de la objetividad y de la razón.

26.- Creo que, mientras parece que este mundo nuestro enloquece y se deshumaniza, cada vez más individuos sentirán la necesidad de asociarse y colaborar con quienes compartan sus preocupaciones.

27.- Creo que estos hombres de buena voluntad, no sólo deben hacerse una interpretación humana del mundo, sino que también deben señalar el camino y trabajar por su posible transformación : la interpretación sin voluntad de reforma es inútil ; la reforma sin previa interpretación es ciega.

28.- Creo posible la realización de un mundo en que el hombre “ser” mucho aunque “tenga” poco ; un mundo en que el móvil dominante de la existencia no sea el consumo ; un mundo en que el “hombre” sea el fin primero y último ; un mundo en que el hombre pueda encontrar la manera de dar un fin a su ida y la fortaleza de vivir libre y desengañado.

*Tomado de http://bibliotecaesceptica.wordpress.com/2009/02/14/el-credo-de-un-humanista-erich-fromm/

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La isla de los hombres solos

La isla de los hombres solos
Raúl Humberto Muñoz Aragón

45 años.

Un gris que abruma, que envuelve en una melancolía que duele, que carcome el alma.

Una vida opaca, vacía, triste.

Cuatro de la tarde de un día sin tiempo, sin viento; en medio de un murmullo compartido por todos, un murmullo que oculta la charlas de otros; los pensamientos de siempre.

Con el periódico vespertino bajo el brazo, la mirada esquiva, el paso rápido, automático; camino rutinario, “sabido”, múltiples veces recorrido en un patético viaje en búsqueda de humedades perdidas, siempre a la búsqueda de un sentir esquivo, siempre la misma hora.

Hace ya algunos años que entro por primera vez, aquella ocasión era distinto, acompañado del jolgorio de amigos, compañeros de odisea en los cuales el morbo era bandera, cuando los años inundan de rebeldía la vida, donde lo prohibido atrae inevitablemente, al amparo de las sombras, con el corazón latiendo a mil por hora, en el pantalón la cartilla alterada del hermano mayor, juego mágico entonces, juego del que hoy queda nada.

Ya han pasado los días de gloria también para la sala, ya no hay más estrenos, no más filas interminables; atrás quedaron la dulcería llena, los viajes espaciales de mano de alienígenas, o a los abismos de pesadillas en secuelas interminables; hoy las palomitas son una maza informe, húmeda e insulsa, los sueños se han ido ya.

La película no importa, la acción es la misma, siempre la misma, un interminable retorno, vaginas y penes, sexo por el puro sexo, sin la música que lo tonifica, que seduce; no aquí sólo hay coito continuo y constante, en poses acrobáticas sacadas de kamasutras light.

En la taquilla esta la misma vieja gorda de aquellos tiempos idos, quizá sea lo único que quede del ayer, envuelta en un hartazgo infinito, con sonrisa irónica recibe el dinero y entrega el boleto, años ha que dejó de ver con curiosidad a los clientes, “cinéfilos” cautivos, mucho tiempo paso ya desde que le dirigió la última palabra a uno de ellos. Se han convertido para ella en seres sin identidad, dejo de molestarle las propuestas indecorosas que le hacen los que aun siente que el sexo puede ser físico.

Con boleto en mano se dirige a su sala sin recordar bien a bien como fue quedándose solo, cuándo fue que los amigos se alejaron por novias o esposas; al principio el se burlaba de ellos, hoy no los recuerda ya, son fantasmas perdidos en algún rincón de la memoria. Al entrar la humedad imperante le abofetea el rostro, es una humedad sórdida sin relación alguna con las otras humedades, aquellas que el deseo produce, ésta de hoy es productos de los encuentros carnales sin carne que se han multiplicado por miles a lo largo de la historia de este cine.

El olor es rancio, agresivo. Las butacas vacías, sucias, en la sala algunos cuerpos se vislumbran en la oscuridad imperante. En la pantalla dos sexos inician la coreografía. El zipper del pantalón deja el paso libre para un nuevo encuentro, un vaiven automático, sin sentido, ya no hay nada que sentir.

No hay placer, sólo una infinita soledad, sin camino aparente, una vida autómata.

Al término de la función una nueva mancha “adorna” las butacas del cine. Con paso lento se aleja. Los ojos vacíos.

ymahr@yahoo.com

lunes, 14 de septiembre de 2009

Una lengua (piraha) sin números, colores ni tiempos verbales

Una lengua (piraha) sin números, colores ni tiempos verbales

Sin números, colores ni tiempos verbales
Iñigo García (El Mundo)*



El increíble lenguaje de la tribu de los pirahãs


BRASILIA.- El idioma más simple y extraño jamás escuchado de entre los cerca de 6.000 que hoy se hablan en el mundo vive en el Amazonas. Tan rara es la lengua de los pirahas, una tribu de apenas 200 individuos que habitan en la ribera del río Maici, que, de confirmarse las observaciones de Daniel Everett, profesor de fonética y fonología en la Universidad de Manchester, supondrá el final del reinado de la teoría de la gramática universal de Noam Chomsky, bajo la cual se han criado los lingüistas de medio mundo.

Sin números, sin pronombres, sin colores, sin tiempos verbales, sin oraciones subordinadas y con sólo ocho consonantes —siete en el caso de las mujeres— y tres vocales, los Pirahãs consiguen comunicarse. "Hablo bien su idioma y puedo decir cualquier cosa que necesito, sujeto únicamente a las limitaciones expuestas", asegura en sus escritos Daniel Everett, que ha vivido durante más de 25 años entre estos indígenas.

Las investigaciones comenzaron en 1977 cuando Everett navegaba el río Maici y contactó con unos individuos que se comunicaban "cantando, silbando, tarareando".

Lo que oía era tan diferente a cualquier otra cosa, que este lingüista en misión evangélica decidió quedarse a vivir entre los indígenas, con su mujer y sus tres hijos. Sus descubrimientos a lo largo de estos años son fascinantes. Los Pirahã no sólo carecen de números en su idioma, sino de cualquier término que implique contar, es decir, no hay palabras para ‘todo’, ‘cada’, ‘mayoría’ o ‘algunos’. Es más, a petición de los propios indios, los Everett trataron durante más de un año enseñarles a contar hasta diez en portugués, para facilitar sus relaciones con los comerciantes del río.

Tras ocho meses de lecciones, los propios Pirahã abandonaron. Ninguno fue capaz de contar más de tres, ni responder correctamente a sumas de uno más uno o tres más uno. "Tenemos la cabeza diferente", dijeron entonces los indios. Tan diferente, que se llaman a sí mismos "cabezas rectas", mientras los extranjeros son para ellos "cabezas torcidas".

En la cabeza recta de los Pirahãs no caben los colores, ni los tiempos verbales, ni la ficción, ni cualquier otro idioma. Son monolingües a pesar de tener contacto con colonizadores y tribus de origen Tupí-Guaraní desde hace más de 200 años. La ausencia de tiempos verbales, de pretéritos o futuros, influye probablemente en la ausencia de cualquier conciencia histórica, en la inexistencia de cualquier dios o mito de creación, y hasta en la formación del sistema de parentesco más simple jamás documentado. "No hay entre los Pirahãs memoria individual o colectiva más allá de dos generaciones y ninguno es capaz de recordar los nombres de sus cuatro abuelos", escribe Everett.

Respecto a Dios, tampoco les entra en su cabeza. "¿Quién creó las cosas?", les preguntó Everett. "Todo es lo mismo", respondieron los indios, queriendo decir, siempre según el estudioso, que nada cambia y por lo tanto nada fue creado.

Por último, y quizá más importante para los lingüistas, los Pirahã parecen incapaces de crear oraciones subordinadas, carecen de lo que Chomsky llama ‘recursividad’. Sin esa capacidad recursiva, que básicamente consiste en poder intoducir oraciones en otras oraciones sin límite, la lengua Pirahã es incapaz de crear, abstraer, generar otras ideas más allá de la experiencia. La recursividad había sido hasta ahora identificada en todos los idiomas y Chomsky la consideró un elemento clave del cerebro humano, lo que le llevó a afirmar que existe una ‘gramática universal’, una misma manera en que todo los humanos utilizamos el lenguaje.

Una mujer piraha trenza una cuerda. (Foto. Daniel Everett) "Restringen la comunicación a la experiencia inmediata", explica Everett. Dicho de otro modo, los Pirahã serían unos empiristas radicales, apologetas del ‘carpe diem’, incapaces de abstraerse y crear ficciones. De hecho, carecen también de arte, pintura o escultura.

Ante tantas "limitaciones" del lenguaje de los ‘cabezas rectas’, es inevitable preguntarse si no es una discapacidad lo que define a estos indios. "Nadie debería extraer la conclusión de que el lenguaje Pirahã es primitivo —escribe Everett—. Tiene la morfología verbal más compleja de la que yo sea consciente y un perturbadoramente complicado sistema prosódico. Los Pirahã son la gente más brillante, agradable y divertida que conozco. La ausencia de ficción formal, mitos, etcétera, no significa que no jueguen, mientan o no puedan hacerlo. De hecho, disfrutan mucho haciéndolo, particularmente a mis expensas, siempre con buena intención. Cuestionar las implicaciones de la lengua Pirahã para el diseño del lenguaje humano no equivale a cuestionar su inteligencia o la riqueza de su conocimiento y experiencia cultural".

Quienes han comenzado a cuestionar el trabajo de Everett, en especial tras la publicación de un artículo en la revista 'New Yorker', son otros lingüistas, sobre todo los discípulos de Chomsky del Massachussets Institute of Technology, que le acusan de elaborar no una teoría sino una hipótesis que definen como "científicamente frágil", además de publicar datos y conclusiones que discrepan con las de otros investigadores.

* Tomado de http://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/07/ciencia/1178524552.html

jueves, 10 de septiembre de 2009

Hablando de pandemias

Virus A H1V1


Tomado de http://www.youtube.com/watch?v=gKwk8Kq8QXA


Documental realizado por Julián Alterini sobre el negocio que es la actual pandemia de la Gripe A H1V1.

martes, 8 de septiembre de 2009

Erótico-Herético-Estético... entre cacofonías te veas

Erótico-Herético-Estético...
entre cacofonías te veas

Raúl Humberto Muñoz Aragón


...odio con especial intensidad a las flores, desde que he sabido que son desvergonzadas exhibiciones sexuales hechas por las plantas para inducir a los insectos a que actúen como intermediarios en la diseminación del polen. Esas poéticas flores que vosotros, personas sabias y virtuosas, oléis con tanta dedicación y ofrecéis galantemente a las castas doncellas no son más que obscenos órganos genitales carnosos y viscosos...
Papini, Giovanni, "Gog - El libro negro" El libro negro, "Sepan cuantos..." num 421, Editorial Porrúa, S.A.; México, 1990, p. 170.


Inicie mi vida en la lectura a través de lo esotérico, lo prohibido, lo oculto. En este proceso de la adolescencia en que se adolece (valga la redundancia) de todo y se sueña con lo mismo, época en que las humedades brotan por los diversos poros de nuestro cuerpo en tiempos y momentos insospechados, provocando en ocasiones desvaríos, en otras reacciones multicolores que se reflejan en nuestro rostro... y otras en algunos lugares púdicos, conocidos y públicos, aunque silenciados.

En una etapa en que las rebeldías alcanzan su cota mas alta, en la cual se determinará en mucho este que hemos de ser. Es aquí, donde Giovanni Papini (1881-1956) y su libro "Il libro nero" (1951) hacen presencia; un loco desequilibrado que anda transitando por el mundo, haciendo y viviendo las aberraciones que soñamos, su Gog; un hombre que quiso ser dios, el autor; y una fecha de nacimiento que en día y mes coincide con la mía, se convierten en guía y faro de mis rebeldías.

Con Goggins-Papini tránsito entre locuras, despertando quimeras dormidas, alimentando imágenes que conducen este andar mío entre letras. Así, llega "Il Diávolo" (1953), y con el una lista de libros prohibidos, textos que no han de leerse, con excomunión cuasi automática. Papini, su Diablo y Gog traen a Baudelaire que en sus flores me enseñan que todo puede y de hecho es poesía, nada es indigno de ella, todo es cantable, soñable, amable.

Una lista de arte inspirada por el diablo que se convirtió en lista de mercado, textos que desde entonces mi empeño se ha evocado a su adquisición. Franz Kafka (1883-1924) con su preludio al surrealismo, Friedrich Nietzsche (1844-1900) con Zaratustra poblando con mis sueños ateos, Niccoló Paganini (1782-1840) y su enfrentamiento con el diablo para conseguir arrancar los lamentos mayores al violín; y entre ellos y muchos más Donatien Francois Alphonse de Sade (1740-1814).

Justina y Julieta, entre vicio y virtud, tránsito continuo en pleno libertinaje, de un lado a otro de desviaciones y aberraciones, inventando y retomando parafilias que hoy son reflejadas en un mundo que pareciera rendirle tributo después de años de silencioso reproche. Era inevitable no caer fascinado ante la anarquía total del divino Marques de Sade, símbolo para los surrealistas que inundaron mis sueños y fantasías. Cuando leí su "La Philosophie dans le boudoir" (1795), el choque entre las utopías, las suyas y las mías, trastocaron conceptos, generando conflictos y problemas de distinción, así pornografía y erotismo se volvieron en cuasi sinónimos, llegando a la conclusión que aún hoy es una de las constantes en mi vida, todo lo escrito ha de ser leído, sin importar temas, forma, calidad o cualidad; hemos de abrir la mente, y discernir en este placer que es siempre la lectura (la cual a veces, inevitablemente nos conduce a placeres non sanctos, pero harto de satisfactorios y divertidos).

El sexo en sus diferentes manifestaciones, platónicos u obsceno, "normal" o "aberrante", en todas sus fobias, filias y parafilias siempre provoca rubores, ansiedades, angustias, risas nerviosas; pero inevitablemente atrae, fascina, seduce; y es por este cúmulo de sentimientos y sensaciones que nos provoca y evoca, que es complicado el salir ileso en su redacción, satanizando como Sade, será siempre punto de referencia, señal que indicara cambios de percepción .Valga como referencia Giovanni Bocaccio (1313-1375) (que con su Decamerón sentó las bases de lo que seria la novela) hasta llegar Pauline Reage y su mítica "Story of O" o el intento fallido de Mario Vargas Llosa y su "Elogio de la madrastra", sin olvidar a Georges Bataille (1879-1962), Vladimir Nabokov (1899-1977) y su sensual "Lolita", Charles Bulowski (1920-1994) y su mundo underground, y una lista que llega hoy a los ciberescritores que entre literatura pulp y gore, dan libre tránsito a ideas, sueños y demonios.

En mis afanes de lector, hay otro tema, igualmente generador de polémicas... La religión , así Nikos Kazantzakis (1885-1957) y su "O teleutaio peirasmos" (La última tentación), José Saramago (1922-) con su magnifico "O Evangelho Segundo Jesús Christo", o los desvaríos de Raúl Rangel y su "El evangelio según Judas Iscariote" o Elaine Pagels y "Gnostic Gospels" forman las historias que me alejan de mi ateísmo adolescente en un tránsito inevitable por un agnosticismo ya superado.

Creo, y he de hablar siempre en primera persona, pues a fin de cuentas soy lo único que tengo, que la vida es un viaje a la construcción de nosotros mismos, y en este andar, tomaremos los fragmentos de nuestro ser de múltiples elementos, imágenes y coincidencias que a nuestro andar se atraviesan; el truncar de una idea, el ocultar de un texto, el suprimir otros, sólo hará que al final estemos un poco inconclusos. Va este catálogo de autores y libros como un señuelo a compartir excomuniones.
ymahr@yahoo.com