martes, 8 de septiembre de 2009

Erótico-Herético-Estético... entre cacofonías te veas

Erótico-Herético-Estético...
entre cacofonías te veas

Raúl Humberto Muñoz Aragón


...odio con especial intensidad a las flores, desde que he sabido que son desvergonzadas exhibiciones sexuales hechas por las plantas para inducir a los insectos a que actúen como intermediarios en la diseminación del polen. Esas poéticas flores que vosotros, personas sabias y virtuosas, oléis con tanta dedicación y ofrecéis galantemente a las castas doncellas no son más que obscenos órganos genitales carnosos y viscosos...
Papini, Giovanni, "Gog - El libro negro" El libro negro, "Sepan cuantos..." num 421, Editorial Porrúa, S.A.; México, 1990, p. 170.


Inicie mi vida en la lectura a través de lo esotérico, lo prohibido, lo oculto. En este proceso de la adolescencia en que se adolece (valga la redundancia) de todo y se sueña con lo mismo, época en que las humedades brotan por los diversos poros de nuestro cuerpo en tiempos y momentos insospechados, provocando en ocasiones desvaríos, en otras reacciones multicolores que se reflejan en nuestro rostro... y otras en algunos lugares púdicos, conocidos y públicos, aunque silenciados.

En una etapa en que las rebeldías alcanzan su cota mas alta, en la cual se determinará en mucho este que hemos de ser. Es aquí, donde Giovanni Papini (1881-1956) y su libro "Il libro nero" (1951) hacen presencia; un loco desequilibrado que anda transitando por el mundo, haciendo y viviendo las aberraciones que soñamos, su Gog; un hombre que quiso ser dios, el autor; y una fecha de nacimiento que en día y mes coincide con la mía, se convierten en guía y faro de mis rebeldías.

Con Goggins-Papini tránsito entre locuras, despertando quimeras dormidas, alimentando imágenes que conducen este andar mío entre letras. Así, llega "Il Diávolo" (1953), y con el una lista de libros prohibidos, textos que no han de leerse, con excomunión cuasi automática. Papini, su Diablo y Gog traen a Baudelaire que en sus flores me enseñan que todo puede y de hecho es poesía, nada es indigno de ella, todo es cantable, soñable, amable.

Una lista de arte inspirada por el diablo que se convirtió en lista de mercado, textos que desde entonces mi empeño se ha evocado a su adquisición. Franz Kafka (1883-1924) con su preludio al surrealismo, Friedrich Nietzsche (1844-1900) con Zaratustra poblando con mis sueños ateos, Niccoló Paganini (1782-1840) y su enfrentamiento con el diablo para conseguir arrancar los lamentos mayores al violín; y entre ellos y muchos más Donatien Francois Alphonse de Sade (1740-1814).

Justina y Julieta, entre vicio y virtud, tránsito continuo en pleno libertinaje, de un lado a otro de desviaciones y aberraciones, inventando y retomando parafilias que hoy son reflejadas en un mundo que pareciera rendirle tributo después de años de silencioso reproche. Era inevitable no caer fascinado ante la anarquía total del divino Marques de Sade, símbolo para los surrealistas que inundaron mis sueños y fantasías. Cuando leí su "La Philosophie dans le boudoir" (1795), el choque entre las utopías, las suyas y las mías, trastocaron conceptos, generando conflictos y problemas de distinción, así pornografía y erotismo se volvieron en cuasi sinónimos, llegando a la conclusión que aún hoy es una de las constantes en mi vida, todo lo escrito ha de ser leído, sin importar temas, forma, calidad o cualidad; hemos de abrir la mente, y discernir en este placer que es siempre la lectura (la cual a veces, inevitablemente nos conduce a placeres non sanctos, pero harto de satisfactorios y divertidos).

El sexo en sus diferentes manifestaciones, platónicos u obsceno, "normal" o "aberrante", en todas sus fobias, filias y parafilias siempre provoca rubores, ansiedades, angustias, risas nerviosas; pero inevitablemente atrae, fascina, seduce; y es por este cúmulo de sentimientos y sensaciones que nos provoca y evoca, que es complicado el salir ileso en su redacción, satanizando como Sade, será siempre punto de referencia, señal que indicara cambios de percepción .Valga como referencia Giovanni Bocaccio (1313-1375) (que con su Decamerón sentó las bases de lo que seria la novela) hasta llegar Pauline Reage y su mítica "Story of O" o el intento fallido de Mario Vargas Llosa y su "Elogio de la madrastra", sin olvidar a Georges Bataille (1879-1962), Vladimir Nabokov (1899-1977) y su sensual "Lolita", Charles Bulowski (1920-1994) y su mundo underground, y una lista que llega hoy a los ciberescritores que entre literatura pulp y gore, dan libre tránsito a ideas, sueños y demonios.

En mis afanes de lector, hay otro tema, igualmente generador de polémicas... La religión , así Nikos Kazantzakis (1885-1957) y su "O teleutaio peirasmos" (La última tentación), José Saramago (1922-) con su magnifico "O Evangelho Segundo Jesús Christo", o los desvaríos de Raúl Rangel y su "El evangelio según Judas Iscariote" o Elaine Pagels y "Gnostic Gospels" forman las historias que me alejan de mi ateísmo adolescente en un tránsito inevitable por un agnosticismo ya superado.

Creo, y he de hablar siempre en primera persona, pues a fin de cuentas soy lo único que tengo, que la vida es un viaje a la construcción de nosotros mismos, y en este andar, tomaremos los fragmentos de nuestro ser de múltiples elementos, imágenes y coincidencias que a nuestro andar se atraviesan; el truncar de una idea, el ocultar de un texto, el suprimir otros, sólo hará que al final estemos un poco inconclusos. Va este catálogo de autores y libros como un señuelo a compartir excomuniones.
ymahr@yahoo.com

2 comentarios:

Marcelo dijo...

Interesante leer de los desvaríos de Raúl Rangel. Cómo sabe que fueron desvaríos y merecen su cita en tan interesante articulo. Leyó dicho libro? Hoy en día es una rareza literario. Por cierto, soy sobrino de Raúl, fallecido en 2004.

Saludos.

Anexo correo
marc704@hotmail.com

Ymahr dijo...

Hola...

Claro que he leído dicho libro, de hecho aún se encuentra en mi biblioteca personal. Sin duda un libro extraordinario, harto interesante y sin duda polémico.

En cuanto a lo de "desvaríos" es un calificativo que me parece más que singular y que es el inicio de cualquier vuelo de la imaginación, la creatividad... y tras ellas las certezas. No olvidar que los "desvaríos" de ayer son hoy los conocimientos y las simientes de las ciencias de hoy.

Saludos y un abrazo afectuoso. Lamento lo del fallecimiento de Raúl Rangel.