viernes, 11 de diciembre de 2009

Discurso de Doris Lessing

Discurso de Aceptación del Premio Príncipe de Asturias
Doris Lessing, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2007


Érase una vez un tiempo -y parece muy lejano ya- en el que existía una figura respetada, la persona culta. Él -solía ser él, pero con el tiempo pasó a ser cada vez más ella- recibía una educación que difería poco de un país a otro -me refiero por supuesto a Europa- pero que era muy distinta a lo que conocemos hoy. William Hazlitt, nuestro gran ensayista, fue a una escuela a finales del siglo XVIII cuyo plan de estudios era cuatro veces más completo que el de una escuela equiparable de ahora: una amalgama de los principios básicos de la lengua, el derecho, el arte, la religión y las matemáticas. Se daba por sentado que esta educación, ya de por sí densa y profunda, sólo era una faceta del desarrollo personal, ya que los alumnos tenían la obligación de leer, y así lo hacían.

Este tipo de educación, la educación humanista, está desapareciendo. Cada vez más los gobiernos -entre ellos el británico- animan a los ciudadanos a adquirir conocimientos profesionales, mientras no se considera útil para la sociedad moderna la educación entendida como el desarrollo integral de la persona.

La educación de antaño habría contemplado la literatura e historia griega y latina, y la Biblia, como la base para todo lo demás. Él -o ella- leía a los clásicos de su propio país, tal vez a uno o dos de Asia, y a los más conocidos escritores de otros países europeos, a Goethe, a Shakespeare, a Cervantes, a los grandes rusos, a Rousseau. Una persona culta de Argentina se reunía con alguien similar de España, uno de San Petersburgo se reunía con su homólogo en Noruega, un viajero de Francia pasaba tiempo con otro de Gran Bretaña y se comprendían, compartían una cultura, podían referirse a los mismos libros, obras de teatro, poemas, cuadros, que formaban un entramado de referencias e informaciones que eran como la historia compartida de lo mejor que la mente humana había pensado, dicho y escrito.

Esto ya no existe.

El griego y el latín están desapareciendo. En muchos países la Biblia y la religión ya no se estudian. A una chica que conozco la llevaron a París para ampliar sus miras -que falta le hacía- y aunque destacaba en sus estudios, confesó que nunca había oído hablar de católicos y protestantes, que no sabía nada de la historia del Cristianismo ni de cualquier otra religión. La llevaron a oír misa a Nôtre Dame, le dijeron que esta ceremonia era desde hacía siglos base de la cultura europea, y que debería por lo menos saber algo de ello, y ella lo presenció todo obedientemente, tal y como presenciaría una ceremonia de té japonesa, y luego preguntó: "¿Entonces, estas personas son una especie de caníbales?". En esto ha quedado lo que parece perdurable.

Hay un nuevo tipo de persona culta, que pasa por el colegio y la universidad durante veinte, veinticinco años, que sabe todo sobre una materia -la informática, el derecho, la economía, la política- pero que no sabe nada de otras cosas, nada de literatura, arte, historia, y quizá se le oiga preguntar: "Pero, entonces, ¿qué fue el Renacimiento?" o "¿Qué fue la Revolución Francesa ?"

Hasta hace cincuenta años a alguien así se le habría considerado un bárbaro. Haber recibido una educación sin nada de la antigua base humanista: imposible. Llamarse culto sin un fondo de lectura: imposible.

Durante siglos se respetaron y se apreciaron la lectura, los libros, la cultura literaria. La lectura era -y sigue siendo en lo que llamamos el Tercer Mundo-, una especie de educación paralela, que todo el mundo poseía o aspiraba a poseer. Les leían a las monjas y monjes en sus conventos y monasterios, a los aristócratas durante la comida, a las mujeres en los telares o mientras hacían costura, y la gente humilde, aunque sólo dispusiera de una Biblia, respetaba a los que leían. En Gran Bretaña, hasta hace poco, los sindicatos y movimientos obreros luchaban por tener bibliotecas, y quizás el mejor ejemplo del omnipresente amor a la lectura es el de los trabajadores de las fábricas de tabaco y cigarros de Cuba, cuyos sindicatos exigían que se leyera a los trabajadores mientras realizaban su labor. Los mismos trabajadores escogían los textos, e incluían la política y la historia, las novelas y la poesía. Uno de sus libros favoritos era El Conde de Montecristo. Un grupo de trabajadores escribió a Dumas pidiendo permiso para emplear el nombre de su héroe en uno de los cigarros.

Tal vez no haga falta insistir en esta idea a ninguno de los aquí presentes, pero sí creo que no hemos comprendido todavía que vivimos en una cultura que rápidamente se está fragmentando. Quedan parcelas de la excelencia de antaño en alguna universidad, alguna escuela, en el aula de algún profesor anticuado enamorado de los libros, quizás en algún periódico o revista. Pero ha desaparecido la cultura que una vez unió a Europa y sus vástagos de Ultramar.

Podemos hacernos una idea de la rapidez con la cual las culturas son capaces de cambiar observando cómo cambian los idiomas. El inglés que se habla en los Estados Unidos o en las Antillas no es el inglés de Inglaterra. El español no es el mismo en Argentina o en España. El portugués de Brasil no es el portugués de Portugal. El italiano, el español, el francés surgieron del latín, pero no en miles sino en cientos de años. Hace muy poco tiempo que desapareció el mundo romano, dejando tras de sí el legado de nuestras lenguas.

Representa una pequeña ironía de la situación actual que gran parte de la crítica a la cultura antigua se hiciera en nombre del elitismo; sin embargo, lo que ocurre es que en todas partes existen cotos, pequeños grupos de lectores de antaño, y resulta fácil imaginar a uno de los nuevos bárbaros entrando por casualidad en una biblioteca de las de antes, con toda su riqueza y variedad, y dándose cuenta de pronto de todo lo que se ha perdido, de todo de lo que -él o ella- ha sido privado.

Así pues, ¿qué va a pasar ahora en este mundo de cambios tumultuosos? Creo que todos nos estamos abrochando los cinturones y preparándonos.

Escribí lo que acabo de leer antes de los acontecimientos del 11 de septiembre. Nos espera una guerra, parece ser que una guerra larga, que por su misma naturaleza no puede tener un final fácil. Sin embargo, todos sabemos que los enemigos intercambian algo más que balas e insultos. En España quizás sepan esto mejor que nadie. Cuando me siento pesimista por la situación del mundo, a menudo pienso en aquella época, aquí en España, a principios de la Edad Media , en Córdoba, en Granada, en Toledo, en otras ciudades del sur, donde cristianos, musulmanes y judíos convivían en armonía; poetas, músicos, escritores, sabios, todos juntos, admirándose los unos a los otros, ayudándose mutuamente. Duró tres siglos. Esta maravillosa cultura duró tres siglos. ¿Se ha visto algo parecido en el mundo? Lo que ha sido puede volver a ser.

Creo que la persona culta del futuro tendrá una base mucho más amplia de lo que podemos imaginar ahora.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Los neandertales terminaron por extinguirse en Europa debido a la competencia ecológica con los humanos modernos, según un estudio




La evolución humana es más compleja de lo que la gente corriente quiere creer. Al igual que con el resto de la vida sobre la Tierra, la evolución ramificó varias veces el árbol filogenético humano. No es una secuencia en la que aparecen los homínidos cada vez más erectos hasta llegar al hombre moderno. Durante distintos intervalos de tiempo en los últimos millones de años varias especies distintas de humanos coexistieron en la Tierra. En el último de estos episodios el Homo neanderthalensis, el Homo erectus y el Homo sapiens (incluso el H. floresiensis) compartieron el mundo durante un tiempo. Recordemos que, según lo que se sabe en la actualidad, las distintas especies de Homo aparecían en África y a partir de ahí algunas lograban emigrar al resto del mundo.

Un caso particularmente interesante es el del Homo neanderthalensis u hombre de Neandertal que dominó la Europa glacial y Asia Occidental durante cerca de 200.000 años. Durante parte de ese tiempo incluso compartieron territorio con el hombre moderno (Homo sapiens) e incluso se especula con un posible cruce entre ambas especies, cuestión que todavía sigue abierta. Pero el resultado final es que los neandertales desaparecieron de Europa hace unos 40.000 años al poco de llegar los hombres modernos, ¿por qué ocurrió esto?

Un reciente estudio realizado por un equipo francoamericano sugiere que la extinción de los neandertales se debió principalmente a la competencia con el hombre moderno, concretamente a las poblaciones Cro-Magnon que se instalaron en Europa, en lugar de deberse a las consecuencias del cambio climático. El estudio esta disponible on line en PLoS ONE desde el 24 de diciembre pasado.

Llegan a esa conclusión mediante la reconstrucción de las condiciones climáticas de la época y analizando las distribución de sitios arqueológicos asociados a poblaciones de neandertales y humanos modernos junto a un método habitual para estudiar el impacto de los cambios climáticos sobre la biodiversidad. Los sitios geológicos y arqueológicos son datados por radiocarbono y el clima de la época se obtiene con simulaciones climáticas del pasado.

Integrando bases de datos arqueológicas y paleoambientales se puede reconstruir las poblaciones que ocuparon regiones en el pasado.

El modelo se basa en un algoritmo de aprendizaje alimentando con datos. Al final un programa puede predecir las regiones ocupadas por culturas humanas específicas.

Este modelo permite además averiguar la huella ecológica de una cultura sobre el medio ambiente. Comparándola con los datos arqueológicos es posible determinar si los nichos ecológicos explotados por los humanos permanecieron estables o por el contrario se contrajeron o expandieron en los mismos periodos de tiempo.

Basándose en esta técnica este grupo de investigadores determinó que los neandertales tuvieron la posibilidad de mantener su ocupación a lo largo de Europa durante el periodo climático menos severo denominado GI8. Sin embargo, según el registro arqueológico esto no ocurrió y los neandertales desaparecieron mientras que sus regiones y nichos ecológicos eran ocupados por humanos modernos. Esto hace pensar a los investigadores que los neandertales no pudieron resistir la competencia ecológica de los humanos modernos y, en consecuencia, sus poblaciones declinaron lentamente.

El modelo predice que el límite sur del territorio de los humanos modernos estaba cerca del valle del Ebro (en lo que ahora es España) durante el evento Heinrich 4 (o H4), y que este limite se movió más hacia el sur durante la fase de clima moderado GI8.

Los investigadores concluyen que la poblaciones de neandertales que ocuparon lo que hoy es el sur de España fueron los últimos en sobrevivir porque evitaron la competición directa con los humanos modernos, ya que ambos tipos de poblaciones explotaron territorios distintos durante la transición climática H4. Además, sugieren que durante este periodo fue posible el contacto entre poblaciones de neandertales y humanos modernos que permitiría intercambio cultural y genético. Aunque este último punto no es asegurado por los investigadores, sino que solamente señalan la posibilidad de tales encuentros.

Tomado de http://www.laflecha.net/canales/ciencia/noticias/los-neandertales-terminaron-por-extinguirse-en-europa-debido-a-la-competencia-ecologica-con-los-humanos-modernos-segun-un-estudio

Ya había música hace 35.000 años




Encuentran diversos fragmentos de flautas que sugieren que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa hace 35.000 años.


Unos paleoantropólogos anuncian haber descubierto pruebas de la existencia de música en el Paleolítico superior. Han podido reconstruir una flauta de hueso de 35.000 años de antigüedad, lo que sugiere que la tradición musical estaba bien establecida en las comunidades que colonizaron Europa en esa época.

Los sitios Hohle Fels y Vogelherd parece que están siendo muy prolíficos, ya que, además de otros hallazgos, en ellos se encontraron estos restos. La flauta auriñacience casi completa que ahora describimos fue encontrada en el primero en el verano de 2008, en la cueva de Hohle Fels, que está en el valle Ach, a unos 20 Km al oeste de Ulm.

La flauta fue encontrada troceada en 12 fragmentos, y es el instrumento musical más completo de todos los recuperados de esas cuevas. Demuestra la presencia de una bien asentada tradición musical en los tiempos en los que el ser humano estaba colonizando Europa, hace unos 35.000 años. Otras pruebas de tradición musical encontradas en Francia y Austria se remontan a hace sólo 30.000 años, es decir, unos 5000 años después.

Para hacernos una idea de la cronología recordemos que la agricultura y ganadería se desarrollaron hace sólo unos 10.000 años, las pinturas de la cueva de Altamira tienen unos 12.000 años y el sistema de cuevas de Lascaux contienen parte del arte más antiguo conocido, de entre hace 15.000 y 17.000 años, pero algunas de sus pinturas son de hace 27.000 años. En todos estos casos estamos hablando de unos seres humanos modernos, casi indistinguibles del hombre actual y con capacidad de representación simbólica.

La parte de la flauta que ha llegado al poder de los investigadores tiene una longitud de 21,8 cm y un diámetro de 8 mm. Contiene 5 agujeros para poner los dedos y así producir distintas notas. La conservación de la flauta, sobre todo su superficie, es muy buena y revela detalles sobre su construcción. Sin embargo le falta un trozo en uno de sus extremos, justo a la altura del quinto agujero.

De momento no disponen de una réplica con la que trabajar, pero una flauta de tres agujeros hallada anteriormente en proximidades de Geissenklösterle, y de la que sí hay copia moderna, produce cuatro notas, y adicionalmente otras tres según cómo se sople. Estos investigadores creen que esta de cinco agujeros tendría una gama de notas superior que sería comparable a las de flautas modernas.

Se construyó a partir del radio de un buitre leonado. Esta ave cuenta con una envergadura alar de entre 230 y 265 cm, por lo que proporciona huesos de gran longitud que son excelentes para la construcción de flautas largas. Recordemos que los huesos de las aves son huecos para así aligerar el peso y que el vuelo sea más fácil.

Además de los fragmentos de esta flauta, en la misma cueva se recuperaron otros dos fragmentos correspondientes a otra flauta distinta. En las excavaciones de Vogelherd, situadas en el valle de Lone a 25 km al noroeste de Ulm, también encontraron fragmentos de otra flauta. Dada la delicadeza de estos artefactos es muy difícil encontrar una flauta completa de una pieza.

Algunos de esos otros fragmentos se corresponden a flautas que parecen estar hechas de marfil. La tecnología de construcción de flautas de marfil era mucho más compleja que la de hueso. Había que partir longitudinalmente la pieza y ahuecar las dos mitades, practicar los agujeros en una de ellas y luego unir las dos mitades con un sistema que no dejase escapar el aire.

Los sistema de radiocarbono y métodos independientes de control dan una antigüedad de 35.000 años a esta flauta. El hallazgo demuestra que la música jugaba un papel importante en la vida auriñecense de los habitantes de los valles Ach y Lone del suroeste de Alemania.

El contexto en el que se encuentran estas flautas indica abundancia de artefactos orgánicos y líticos, fauna que fue cazada y huesos quemados, lo que sugiere que los habitantes de estas regiones tocaban música en diversos contextos sociales. Así por ejemplo, los restos de flauta de Hohle Fels fueron encontrados a 70 cm de una figura femenina de edad similar, lo que sugiere una relación contextual entre ambos.

La venus (escultura con formas femeninas) hallada en esa cueva representa la figura humana esculpida más antigua del mundo con 35.000 años de antigüedad y también saltó a los medios de comunicación hace unas semanas. Se ha llegado incluso a decir que esta venus representa la imagen pornográfica más antigua conocida, ya que su atributos sexuales están exagerados. Esta figura de 6 cm está hecha a partir de marfil de mamut.

Volviendo al tema musical, estas flautas, así como las previas halladas cerca de la cueva Geißenklösterle, demuestran que la tradición musical existía en el repertorio cultural auriñacience cerca del momento en el que los humanos modernos se asentaban en la región del Danuvio superior. El desarrollo de una tradición musical está además acompañada del desarrollo de arte figurativo y de numerosas innovaciones que incluyen ornamentos personales, así como tecnologías líticas y orgánicas.

La presencia de la música en las vidas de la gente del Paleolítico superior no tenía un impacto significativo en la economía de subsistencia de esa gente, pero la música pudo contribuir a la mejora de la cohesión social y a nuevas formas de comunicación, lo que indirectamente contribuyó a una mejor expansión demográfica que la que tuvieron los culturalmente conservadores neandertales.

La flauta forma parte de una exposición que se podrá ver en Stuttgart desde el 18 de septiembre de este año al 10 de enero del 2010.

Lo que nunca sabremos serán las canciones que estos humanos tocaban en ese tiempo. Ellos eran, desde luego, como nosotros, con sus sueños, necesidades, ambiciones… ¿Tendría también representaciones teatrales? Si tenían arte gráfico y musical quizás también representaran historias o leyendas, aunque probablemente nunca lo sabremos.


Tomada de http://www.laflecha.net/canales/ciencia/noticias/ya-habia-musica-hace-35000-anos

Una Venus de 35.000 años de antigüedad redefine los orígenes del arte




Una Venus primitiva con 35.000 años de antigüedad, descubierta en Alemania, ha redefinido los orígenes del arte figurativo, al tratarse de la representación más antigua conocida de un cuerpo femenino, según un estudio arqueológico que publica la revista Nature.


Los seis fragmentos que componen la escultura, esculpida en marfil de mamut, proceden de una excavación realizada entre el 8 y el 15 de septiembre de 2008 en Hohle Fels, en la región del Jura suavo. Juntos, forman un cuerpo de mujer dotada de un opulento pecho y amplias caderas; los muslos y los genitales son desproporcionadamente grandes y detallados.

"La claridad de los atributos sexuales lleva a pensar que se trata de una expresión directa o indirecta de la fertilidad", explica Nicholas Conard, miembro del Instituto de Prehistoria, Historia de la Antigüedad y Arqueología de la Edad Media de la Universidad de Tübingen.

"La nueva figurilla de Hohle Fels cambia radicalmente nuestra visión de los orígenes del arte paleolítico", señala este arqueólogo, señalando que, antes de este descubrimiento, "los animales y las imágenes teriantrópicas [mezcla de humanos y animales, como en el Antiguo Egipto] predominaban" en los hallazgos de esta región.

La más antigua

La Venus fue hallada a 20 metros de la entrada de una gruta, hundida a unos tres metros de la superficie actual. Mide unos seis centímetros de largo, 3,5 de ancho y algo más de tres centímetros de ancho; pesa 33 gramos. Su antigüedad, siguiendo el método del carbono 14, se sitúa entre los 31.000 y los 40.000 años.

Así, tendría unos 5.000 años más que otras Venus primitivas, como las de Gravettien (de entre 22.000 y 29.000 años de antigüedad) o la Venus de Lespugue, descubierta en 1992 en Francia y que tiene unos 25.000 años.

En cualquier caso, las representaciones humanas más antiguas conocidas, en este caso abstractas, se encuentran en el África austral, con unos 75.000 años de antigüedad.

Una Venus esculpida en marfil de hace 35.000 años, la figura humana más antigua

La estatuilla, esculpida en marfil proveniente de una hembra de mamut, ha sido bautizada, como manda la tradición, con el nombre de Venus. Con una altura de unos 6 centímetros, representa el cuerpo de una mujer con los rasgos sexuales muy exagerados y fue encontrada en una de las cuevas de Hohle Fels, cómo no, en la región de Suabia en Alemania; una auténtica mina del arte europeo más primitivo. En este caso, más de 30 mediciones con radiocarbono han dado a la pieza una antigüedad de al menos 35.000 años, aunque Nicholas Conard, arqueólogo de la Universidad de Tubinga (Alemania) y autor del estudio publicado en Nature, le concede hasta unos 40.000 años. En cualquier caso, en los comienzos de la cultura Auriñaciense.

No se trata, ni mucho menos, del único trabajo en marfil de principios del Auriñaciense, pero sí es, de momento, la única figura humana de esa época. Este descubrimiento revoluciona la hasta ahora extendida teoría sobre la evolución de la cultura del Homo sapiens en Europa, que situaba la aparición de artefactos simbólicos y representaciones figurativas del cuerpo humano algunos milenios después, en fases posteriores del Auriñaciense suabo.

Hipertrofia de los rasgos sexuales

La Venus de Hohle Fels es similar a otras estatuillas femeninas que aparecieron más tarde en la cultura Gravetiense, unos miles de años después, en la hipertrofia de los rasgos sexuales, como el pecho y la vulva, y el detalle casi preciosista de manos y dedos, cuya precisión puede apreciarse también, según Conard, en la recién descubierta estatuilla.

El tamaño desproporcionado de los órganos sexuales y su carácter explícito podrían ser vistos «según los criterios del siglo XXI como casi rozando la pornografía», escribe Paul Mellars, de la Universidad Stony Brook (EEUU), en un comentario publicado en el mismo número de la revista Nature. Pero los fines en la prehistoria debieron ser bien distintos. Según algunos expertos, la deformación de los caracteres femeninos obedece a una posible intención de reflejar la fertilidad, al igual que aparecieron en la misma época símbolos fálicos tallados en hueso. Para otros, eran objetos chamánicos utilizados en rituales.

Otras características de estas Venus del Paleolítico superior, siguiendo probablemente la escuela que creó la de Hohle Fels, es el contraste de los rasgos sexuales con la pequeñez de brazos, piernas y cabeza, en un intento claro, opinan los arqueólogos, de restarle importancia al resto del cuerpo. En el caso de nuestra Venus primigenia, la cabeza es tan ínfima que representa apenas una especie de aro que sirvió sin duda para pasar el cordel que permitía colgarse al cuello la figurilla, a modo de collar.

No obstante, lo más importante desde el punto de vista de la evolución es que tan antigua expresión artística da nuevas pistas sobre cómo se originó la cultura europea de nuestra especie, pues la presente escultura fue tallada muy poco tiempo después de la llegada de los primeros Homo sapiens a Europa. «Lo más sorprendente es la erupción repentina de todas estas formas artísticas con la llegada del sapiens a Europa», añade Mellars. Curiosamente, fue en aquellos mismos instantes en que nuestros ancestros recién llegados de África esculpían aquellas figuras, contribuyendo al florecimiento de su cultura, cuando los Neandertales dieron sus últimos pasos sobre la Tierra.

RTVE / El Mundo / Heraldo. http://antiguaymedieval.blogspot.com/2009/05/una-venus-de-35000-anos-de-antiguedad.html

Descubierto en Barcelona un antepasado de los homínidos




Rosa M. Tristán
| Madrid


Lluc, un primate que vivió hace 12 millones de años en Barcelona, acaba de arrojar nueva luz sobre el origen en el área del Mediterráneo de la familia de los homínidos, a la que pertenecen los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y los humanos. Se trata de un nuevo homínido, cuyo nombre científico es 'Anoiapithecus brevirostris', en alusión a la comarca donde fue encontrado (l'Anoia) y a que su rostro tiene una morfología facial muy plana, similar a la de nuestra especie.

Los restos fósiles de su mandíbula y parte de la cara fueron encontrados en 2004 en el municipio barcelonés de Els Hostalets, donde también se localizó a Pau ('Pierolapithecus catalaunicus'), otro primate muy primitivo que sería de una rama hermana a la de Lluc y que había dejado muchas incógnitas abiertas.

Los responsables son investigadores del Instituto Catalán de Paleontología, dirigidos por el investigador Salvador Moyà Solà, para quien el nuevo primate "representa un avance fundamental en el origen de nuestra familia con un buen candidato a ancestro, ya que su morfología facial es una transición entre la de los primates primitivos y la familia de los hominidae", explica el experto.

Moyà-Solà se refiere al hecho de que el nuevo primate tiene un hocico muy reducido, con un aspecto muy parecido al que presenta el género Homo. "Eso no quiere decir que tenga una relación directa con nosotros, sino que podría ser un caso de convergencia evolutiva", argumenta.

Lo relevante, señalan los autores, es que ayuda a resolver cuestiones claves sobre la familia homínida. Para entenderlo hay que retroceder en el árbol evolutivo algunos millones de años. "Hace 15 millones de años hubo una migración desde África de hominoides primitivos que provenían de los afropitecinos. Eran los 'Keniapitecinos' y los 'Griophopithecus', que colonizaron el Mediterráneo, donde se cambió su morfología. Es decir, se diversificaron.

Fue como una explosión de formas que se fue extendiendo como una balsa de aceite por una zona que era bosque tropical y en la que no había grandes simios. Enseguida ocuparon ese nicho".

El estudio detallado de los fósiles de Lluc demuestra que es una especie en transición: tiene una apertura nasal ancha, el rostro plano y el paladar profundo típicos de los grandes homínidos, pero también posee rasgos muy primitivos, como el esmalte dental grueso o la mandíbula robusta, propios de los Afropithecus. A ello se añaden otras características que sólo comparte con los Keniapithecus. Por ejemplo, tenían la columna más vertical, lo que les permitía trepar a los árboles de otro modo.

Por todo ello, los autores concluyen, en el trabajo que han publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)', que se los fósiles encontrados en Els Hostalets prueban la hipótesis de que este género y los Griphopithecus son dos posibles antepasados de los homínidos.

"Pero estos géneros no son todavía miembros de esa familia, luego lo obvio es que el origen de la mima es un fenómeno que tuvo lugar en el área mediterránea hace entre 14 y 13 millones de años, donde comenzaron a diversificarse y algunos se extendieron hacia Europa y otros hacia Asia, dando lugar a los orangutanes", argumenta el paleontólogo.

Puesto que está claro que tres de los cuatro grandes homínidos evolucionaron en África, el equipo de Salvador Moyà-Sòla apuesta por la hipótesis de que aquello primitivos homínidos euroasiáticos acabaron por volver a África, donde continuaron evolucionando hasta dar lugar a las formas que hoy conocemos (gorilas, chimpancés, orangutanes y humanos) y las muchas que se perdieron en ese largo proceso de selección natural.

Evolución en dos continentes

La otra posibilidad, que también plantean en su trabajo, es que los orangutanes y sus parientes y los antropomorfos africanos (entre los que nos encontramos) evolucionaran por separado en Eurasia y África.

Desde el año 2004, los hallazgos se han sucedido en el vertedero de Els Hostalets, a raíz de unas obras para su ampliación. "Es un área muy arcillosa y enseguida se encontraron fósiles fantástico de vertebrados del Mioceno. Ahora hay más de 15 yacimientos diferentes con restos de primates y en la mitad de ellos también hay de hominoides. En seis años, hemos sacado unos 40.000 fósiles", explica, eufórico, Salvador Moyà-Solà.

El anterior gran hallazgo, Pau, es también un primate de hace 11,8 millones de años, que se presentó como el último antepasado común de todos los grandes primates, incluidos los humanos. Fue publicado en 'Science' en 2004.

Tomado de http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/01/ciencia/1243872357.html