miércoles, 9 de septiembre de 2015

HACER QUE VALGA LA PENA

HACER QUE VALGA LA PENA
Raúl Humberto Muñoz Aragón


Somos producto de las decisiones que tomamos, es inevitable, cada acción y omisión de nuestro hacer nos construye, van formando todos los elementos que conforman nuestra personalidad, la esencia de lo que somos es el resultado de ello. Estamos constante y continuamente tomando decisiones, es inevitable, pues la vida es una multiplicidad infinita de posibilidades y pone a nuestra disposición todos y cada uno de los caminos; así, al nacer, tenemos el potencial de convertirnos en lo que deseemos. Quizá esto sea cierto en prácticamente toda nuestra vida, pues aún en la infancia más temprana aprendemos a "negociar", a solicitar y elegir aquello que queremos, motivados o no por nuestros padres.Esta es una de las grandes paradojas de nuestra vida, pues aunque nunca dejamos de tomar decisiones, siempre tenemos miedo a tomarlas, a asumir el riesgo, a caminar hoy por un sendero nuevo y a veces, dejamos que sean otros los que "nos decidan" en una decisión arriesgada, pero que aún así nos valida, le da sentido a lo que nos ocurre y sobre todo, siempre será culpa de otro o de otros, en una lucha eterna por no hacernos cargo de nuestra vida.

No actuar se torna en una decisión a veces cómoda, pues dejamos que sea el azar, el derredor, los otros, quienes se hagan cargo, convirtiéndonos en marionetas que reaccionamos ante el oleaje del entorno, no actuar bajo este esquema es sin duda dejar que otros vivan por nosotros, ajenos a culpas (al menos ese es nuestro pensamiento), tornándonos en seres vividos por aquellos a quienes damos las riendas de nuestro destino, pero también hay otra forma de no actuar, una que requiere de todo el coraje y el compromiso por hacer que otros asuman sus compromisos dándoles la oportunidad de crecer, a veces, a pesar de ellos mismos; ésta es la labor suprema y más difícil de los padres, dejar hacer a los hijos, a veces, a pesar de los tropiezos y dolores que han de pasar, pero a fin de cuentas, necesarios.El peso de las decisiones tomadas ha de presentarse tras el paso de un tiempo más o menos prolongado y lo más seguro es que no tengamos la garantía de que se hizo lo correcto. Siempre he creído que por duras que sean las determinaciones tomadas, siempre debemos hacerlas con la mayor congruencia de que seamos capaces, esa difícil conjunción de pensar, decir y hacer siempre lo mismo, que de nada nos arrepentiremos más que de no haber hecho aquello que siempre quisimos hacer y no hicimos.

Nunca me han gustado las citas a ciegas, siempre he vivido… o más bien, siempre había vivido en mi caparazón, uno que en algún momento de mi vida decidí crear para mí, en él estaba todo aquello que siempre consideré que me era necesario. Más la vida siempre tiene un camino pensado y tras muchas insistencias de una amiga muy querida, un buen día de marzo, tuve mi primer y única cita a ciegas de mi vida, la decisión tomada por mí, y ahora lo sé, por ella también, fue producto por la insistencia y el tesón de aquella amiga en común que se empeñó en hacernos común a ambos la vida. Ese día de marzo, día de la mujer de un no muy remoto 2002, conocí al amor de mi vida, y sólo con verla lo supe, surgió en mi la certeza más grande y precisa de mi vida; no le sería fácil apartarse de mí, pues de alguna manera supe que todos los años previos de mi vida habían sido una preparación para encontrarla, y fusionar incontables coincidencias de nuestro caminos personales. La amé y la amo siempre más… esto por decidirme a acudir a una cita a ciegas, aún recuerdo cómo iba vestida, cómo destacaba en un restaurante repleto de gente, el cómo inmediatamente iniciamos una charla que aún hoy continua, maravillados ambos de la vida y de las cosas simples que en ella hay; aún recuerdo de las enormes ganas que tenía de brincar y bailar al despedirnos he ir rumbo a casa, aún recuerdo que no hubo necesidad de intercambiar teléfonos o domicilios, pues ya nos habíamos entregado el corazón… bendita decisión.

A veces, las palabras que deseamos escuchar no llegan, lo que habría de preguntarse es si fuimos nosotros quienes decidimos no escucharlas, quizá esa pregunta que dejamos en nuestro interior era el detonante de un vivir juntos, un saber más, un sí… a veces sólo es necesario una palmada en el hombro.

Nada es más fácil que ser feliz, es sólo cuestión de decidirlo y actuar en consecuencia. Es tan fácil como jugar con el viejo cubo de rubik, ver las series de televisión que nos acompañaron en la infancia, comer un chocolate, ver la magia de un atardecer o dejar que la lluvia nos empape sin preocuparnos por gripes posibles.

Siempre decidimos, cada día, en cada momento; hagamos que nuestras decisiones valgan la pena, que no se conviertan en una carga a pesar de que no salgan las cosas como las pensamos o planeamos, que no se nos quede un sueño por vivir.

facebook.com/ymahr

---
El Siglo de Torreón - Imágenes - jue 11 sep 2014 - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1036199.imagenes.html

LOS SUEÑOS… ¿SUEÑOS SON?

LOS SUEÑOS… ¿SUEÑOS SON?
Raúl Humberto Muñoz Aragón


Sí, las ideas tienen vida propia, navegan por la mente de hombres y mujeres en su afán incansable por cambiar siempre la realidad, empeñadas en este hacer. Quizá sólo seamos invento de ellas, creados para ser su vehículo con el único propósito de tornarse en cotidianidad, modificando el entorno actual, siempre a la espera de nuevas ideas en un ciclo infinito, eterno, mágico y misterioso.Las ideas trascienden, van más allá de culturas, de sociedades o de grupos; su permanencia supera en mucho a quien la genera, no hay frontera que las frene, crean, transforman y desplazan formas de hacer continuamente. Son la conjunción de información y conocimiento y nada las puede frenar por suficiente tiempo, pues aparecen y son cuando es menester, en el momento oportuno y pertinente, siempre dispuestas a abordar el destino con alevosía y ventaja.

Las ideas son los sueños de la humanidad, esa eterna búsqueda de la trascendencia, el anhelo por ser siempre, en continua y permanente evolución; el deseo utópico de la inmortalidad. Los sueños soñados son la exploración de los posibles futuros, el divertimento del alma, el encuentro perfecto con Dios.

Los sueños son el grito más profundo y limpio de las ideas, el más libre, el más auténtico. Los sueños son la vida misma y por ello son vividos en conciencia e inconsciencia; en la noche, pueblan nuestra soledad con aquello que es nuestro afán verdadero, ahí es fácilmente encontrar desprevenida al alma del hombre, ahí el espíritu de la humanidad abreva de filias y fobias. En los sueños, se encuentran los deseos más puros, aquéllos que fueron creados en nuestros primeros años, donde todo era posible, lo único necesario era desearlos.

Los sueños son nuestras ideas primarias; en ellos, en nuestros primeros años, acumulamos todo aquello que nos era necesario para ser felices, ahí estaban las respuestas al mundo simple y sin complicaciones que era nuestra cotidianidad. Esos primeros sueños fueron la meta de arranque a esto que es jugar a la vida y "que a veces duele"; ahí dejamos por sentado el destino que deseábamos para nuestro futuro… pero, y ¿qué pasa con los sueños perdidos?, ¿a dónde se fueron?, ¿qué es eso llamado destino que parece que todo lo trunca o al menos lo tuerce?, ¿por qué se rompen los sueños si las ideas son irrefrenables?, ¿cuándo se alejan los sueños?, ¿tienen acaso fecha de caducidad?

En los sueños de niños, todos anhelamos un futuro pleno, lleno de aventuras, de viajes fantásticos, de encuentros épicos con maravillas disímbolas, de romances interminables llenos de zapatillas de cristal y príncipes azules, de encuentros y desencuentros con nuevos mundos. Ahí todos somos bomberos o vagabundos, empresarios, médicos, arquitectos, pilotos de naves espaciales o de automóviles que rompen todos y cada uno de los récords posibles e imposibles; en ellos, nuestra familia es perfecta, ésa que sigue al "vivieron siempre felices".

A veces, al ver a mi alrededor y observar las líneas de la vida que van poblando los rostros de hombres y mujeres, dejando muecas que son el reflejo de los sueños conseguidos o aquéllos que se tornaron en pesadillas y algunas de aquellos sueños que se perdieron a la vuelta de la esquina o al cruzar algún bulevar o quizá en el locker de la escuela en compañía de los amigos de ayer.

Los sueños de la infancia eran las ideas que nos llevarían a la felicidad, el camino en el que se encontrarían los ideales… pero, ¿esos sueños rotos?, esos presentes que no han sido fieles a los ayeres, ¿dónde ha quedado la felicidad anhelada?... A veces, los sueños se tornan en pesadillas que carcomen el alma.

Las ideas son entidades libres, entes en busca de caminos a la realidad; los sueños son las ideas más puras, en ambos, sueños e ideas, se encuentra la esencia del espíritu humano, ése que ha sabido y creado las más extraordinarias maravillas, las mismas que han hecho posible que hoy podamos conversar a través del espacio y el tiempo.

Si, tienen vida propia y para que esté completa, tiene la muerte a su lado. Las ideas mueren a pesar de ser indetenibles, fallecen igual que el fénix y como él renacen, siempre diferentes, siempre igual. Lo lamentable es que este mundo de hoy ha dejado de tener tiempo para las ideas y los sueños se han convertido en juegos de niños que en la edad adulta ya no tienen cabida, pareciera que no tenemos permiso para ser felices como en los sueños de ayer. Hoy, los adultos soñamos lo que los medios nos dicen que soñar y así será hasta que alguna nueva idea empiece a tomarse el tiempo de cambiarlo todo nuevamente.
Como lo dijo Segismundo en el drama español del gigante Calderón de la Barca…

"¿Qué es la vida? Un frenesí.
"¿Qué es la vida? Una ilusión,
"una sombra, una ficción,
"y el mayor bien es pequeño:
"que toda la vida es sueño,
"y los sueños, sueños son".

---
El Siglo de Torreón - Imágenes - jue 4 sep 2014 - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1033817.imagenes.html

DE CÓMO SE PUEDE CAER DE LA LUNA

DE CÓMO SE PUEDE CAER DE LA LUNA
Raúl Humberto Muñoz Aragón


El futuro nos fascina, nos atrae, es el receptáculo de nuestros sueños y afanes, los mayores esfuerzos los guardamos para mañana, aunque ese mañana nunca llegue, siempre nos esquiva, se diluye y se torna en interminable hoy, que es lo único nuestro realmente. Somos crononautas atrapados en un eterno presente del cual sólo podemos escapar a través de la imaginación, de las proyecciones que hacemos del futuro o en los recuerdos de un pasado añorado.La incertidumbre del futuro siempre es un reto, envuelto entre apocalipsis zombis o ciudades suspendidas en el cielo y transportándonos en aero-autos como Los Supersónicos. Siempre hemos soñado con echar algún vistazo, desde Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel hasta Juan por sólo mencionar a algunos profetas bíblicos pasando por el celebérrimo Nostradamus, Édgar Cayce, Allan Kardec, Malaquías, Rasputín, Helena Blavatsky… y una larga lista, que llega a los quirománticos y demás lectores del futuro, sea lo que fuere y el cual no cumple caprichos y ni los mismos según algunos "omniscientes" mayas acertaron, aunque habría que decir que aquellos gurús que los "interpretaron" sólo juegan con ese anhelo por tener alguna certeza para mañana…

Pero si he de ser preciso, de entre todos aquellos visionarios del futuro, prefiero a Julio Verne, gigante entre los gigantes de la literatura universal, mucho más certero que Nostradamus o cualquier otro. En 54 novelas y 20 cuentos, entre aventura, viajes fantásticos y literatura científica, precursor de la ciencia ficción y la literatura surrealista, fue capaz de recordar el futuro como pocos.

Estamos compuestos por miles de millones de átomos que han sido creados a lo largo de la vida y muerte de las estrellas que han hecho posible este eterno presente; quizá esta sea otra de las fascinaciones que se encuentran en el inconsciente colectivo, residuo de los momentos que están perdidos en la historia del hombre, cuando aún teníamos tiempo para contemplar y maravillarnos con la bóveda celeste. Futuro y espacio es la razón de este texto, la ciencia ficción que nos regala el cine desde sus primeros años.

Todo viene a cuento por nueve filmes que cada vez que he tenido la oportunidad de verlos me hacen soñar con navegar por el espacio y el tiempo, viviendo las aventuras que la pantalla nos regala.

En primer lugar, la mítica película francesa "Le voyage dans la lune", que en 1902 dio inicio a esta aventura, surgida de la mente de Georges Méliès y que ahora podemos disfrutar gracias a un trabajo de restauración que ha dado como resultado varias versiones, filme que nos habla de los sueños de un momento en la historia en que aún no sabíamos nada de la Relatividad o la Mecánica Cuántica y el universo estaba aún por descubrir, tiempo en la cual había selenitas, estrellas vivientes, paraguas que se convierten en hongos y era posible caerse de la Luna.

La segunda es una superproducción alemana de 1927 dirigida por Fritz Lang, "Metrópolis", nombrada Memoria del Mundo por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad, que aún sigue cautivando a los espectadores gracias a su atmósfera y a la grandeza alcanzada.
En 1968, llegarían dos grandes películas: "The planet of the Apes", de Franklin J. Schaffner, con uno de los finales más emblemáticos y sorprendentes del cine a cargo de Charlton Heston y en contraparte, un filme con un inicio equiparable en talento y creatividad al final citado: "2001: A space odyssey" de Stanley Kubrick, quien nos envuelve en un inicio mágico e intrigante.

Aquellos que acudimos al cine en 1977 aún recordamos la extraordinaria sensación de ver en las pantallas el avance de una nave interminable, dando inicio a un fenómeno social que aún hoy alimentan los sueños y que nos tiene a la espera de la nueva trilogía que aparentemente cerraría el ciclo iniciado ese año con "Star Wars: Episode IV. A new hope". Ese mismo año, llegó a los cines "Close encounters of the third kind" de Steven Spielberg, que refleja el deseo de contactar con seres de otro planeta y en el cual la música es el lenguaje perfecto

En el espacio, también se encuentra el terror y el miedo, de ello da fe "Alien" de Ridley Scott, quien en 1979 se regodeó jugando con nuestro miedo a lo desconocido y nos trajo a un asesino emblemático del séptimo arte. Cierro estos recuerdos del futuro con "Akira" (1988) del japonés Katsuhiro Otomo, anime que nos narra la vida en Neo Tokio, que tras la guerra aún sigue sin aprender, y por último, "Star Trek" (2009) de J. J. Abrams, que sigue narrando una historia que empezó a contarse en las pantallas de televisión en 1966.

El futuro será y puede que existan tantos mañanas posibles, que como el Gato de Schrödinger, sólo lo serán hasta que algún observador pueda evadir este eterno presente y abra la caja que lo contiene… mientras tanto, disfrutemos del cine.

---
El Siglo de Torreón - Imágenes - jue 28 ago 2014 - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1031460.imagenes.html

ANHELO, ILUSIÓN Y ESPERANZA

ANHELO, ILUSIÓN Y ESPERANZA
Raúl Humberto Muñoz Aragón


Y entonces, México gira diferente, el movimiento en sus calles está lleno de anhelo, ilusión y esperanza; de sueños tan diversos como en el fondo iguales, pues nos hablan del deseo por un futuro mejor, un futuro en el cual cada quien tenga su espacio, donde estén las oportunidades que se requieren para construir un camino pleno, en el cual, al final derive en un buen abuelo, que es sin duda el mejor destino para una vida.Esta semana, millones de niños, jóvenes y adultos han reiniciado el camino a escuelas, colegios, institutos y universidades, involucrando con ello a México de un movimiento continuo y mágico donde la sorpresa y la maravilla del conocimiento esperan a la menor provocación. Espacio en que miles de hombres y mujeres han decidido aportar su profesión para el bien mayor de la nación, para cultivar el tesoro más preciado que todo pueblo tiene, sus hijos, hombres y mujeres que harán mañana un México diferente.

Miles de madres y padres hoy tienen ese sentimiento agridulce de dejar a sus hijos por primera vez a las puertas de la escuela, no sin derramar alguna lágrima envuelta de emociones, orgullos y alguno que otro temor. Niños que ríen y lloran, que con miedo se aferran a la mano de mamá, que ven con asombro a quienes con el tiempo se convertirán en compañeros de vida, espíritus que se tornarán en hermanos para caminar por los azares que el destino depare, con quienes reirán y llorarán; ahí, una maestra le compartirá su amor por aprender, su anhelo por enseñar, los llevará a través del espacio y el tiempo a la conquista de las maravillas que el conocimiento del ser humano ha hecho posibles.

México gira hoy con un dinamismo diferente, su movimiento es otro, los sueños de millones de mexicanos reviven, la ilusión se visualiza en millones de rostros, la esperanza fluye. Algunos han tenido que despertarse aún antes que el gallo tenga a bien entonar su canto, pues el camino es largo, a veces son algunas horas y hay que andarlo, a pie de la mano de mamá o en "bici", quizá en "moto" abrazado a papá; tal vez en la comodidad de un carro… en lo que fuere, metro, autobús, carreta, no importa, la encomienda es la misma, acudir al encuentro de los amigos, compañeros de andanzas; es imprescindible contar todo lo ocurrido en vacaciones; hablar de los nuevos amores, llorar por las rupturas, compartir la emoción de viajar, presumir los útiles escolares, ser uno con el grupo, esperar con ansia y un poco de miedo al nuevo maestro, descubrir las nuevas materias, algunas tan temidas como la endiablada álgebra, o la trigonometría, o eso del cálculo diferencial e integral… la biología emocionante, la amada literatura.

En estos días, en cada hogar, se ha vivido la ilusión entrañable de los útiles escolares, esas largas listas que abruman y asustan a padres de familia y que cada niño disfruta a plenitud. Útiles que, algunos de ellos, al final del ciclo mostrarán su inutilidad, que concluirán en sólo un recuento de buenas intenciones que no alcanzaron a ser utilizadas, porque a fin de cuentas, la educación es siempre diferente, ésa es la maravilla que viven día a día los profesores; en ella, el camino siempre es nuevo con sus propios afanes, y por ende, las herramientas pertinentes para cada caso.

Algunos jóvenes han descubierto que la meta ha sido rebasada, que su rol como estudiantes ha llegado a su fin en las graduaciones de julio, que ahora están en el inicio de una vida cuyo destino está totalmente en sus manos, que no hay camino cierto, seguro y único, que ellos son los rectores y guías de este nuevo andar; la meta, sus sueños. Hoy, México los requiere, necesita de su talento, de lo aprendido a través de profesores, compañeros, y sobre todo, de su propio esfuerzo, de su compromiso por ser siempre mejores.

Otros no volverán… las circunstancias son muchas, tantas como cada uno de ellos; niños y jóvenes que se quedarán fuera, algunos quizá vuelvan a las puertas de las escuelas a vender alguna golosina o quizá algo para comer; no sé, sólo tengo claro que duelen, duele verlos en esquinas haciendo malabares para conseguir algunos pesos, duele verlos extender su mano con toda la mugre acumulada para pedir alguna dádiva, duele verlos con un arma pelear por la vida dejando de lado valores y principios que a veces no son suficientes para comer. Duele verlos evadir al mundo que no les ha correspondido pegados a algún solvente que engaña hasta a la misma hambre. Duele saber que el 40 por ciento de los mexicanos mayores de quince años tienen rezago educativo que los deja en desventaja, saber que de cada 100 niños que hoy inician la escuela primaria sólo 50 la terminarán.

Esta semana, México gira diferente, los anhelos, las ilusiones y la esperanza caminan por calles, caminos, bulevares y veredas en busca de un destino mejor.

facebook.com/ymahr
ymahr@yahoo.com
@Ymahr-Nogara

---
El Siglo de Torreón - Imágenes - jue 21 ago 2014 - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1029008.imagenes.html

QUÉ BONITA ES LA IGNORANCIA CUANDO DIOS NOS LA CONCEDE / 2

QUÉ BONITA ES LA IGNORANCIA CUANDO DIOS NOS LA CONCEDE / 2
Raúl Humberto Muñoz Aragón



"…somos los reformadores, vamos todo a reformar, el que desreformalice, desreformalizador será…". (Léase lo anterior cantando, que es mejor que llorar)."…no me mires, no me mires, déjalo ya, que hoy no me he puesto maquillaje y mi aspecto es demasiado vulgar…". Reformar todo, la Constitución, las leyes, los reglamentos, cambiarlo todo… bueno, casi todo, déjese intactos los privilegios de siempre, que éstos permanezcan inalterados, que sean el motor de este cambio, que aquéllos cercanos al poder reciban los bonos por un trabajo de ocho meses, que un millón de pesos a cada uno bien vale las reformas energéticas, de telecomunicaciones, fiscal, educativa, financiera, política… reformar ad infinitum, todo, con tal de que las cosas sigan igual. Un millón de pesos es un buen precio por nuestros representantes "sabios y eruditos" al servicio del mejor postor.

"Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal y mírate, mírate…" y entre espejismos entrar a un México con las reformas estructurales que tanto soñó (en sus pesadillas claro está), ésas que harán un nuevo país, inmerso en el Siglo XXI. Más poder a los poderosos, más riqueza a los enormemente ricos, que, "pobrecitos", de tanto dinero que poseen y se pudre en sus cuentas, no tienen ya nada que comprar, así que hay que darle más y más oportunidades de compra; al resto de los mortales, pan y circo (más circo que pan, para ser precisos, que este último se encarece como todo en México), olvidemos el salario mínimo, que de tan mínimo pareciera ya extinto, así que no hay que pensar en él que la marcha dragona lo acompañe en su muerte.

Vamos por un México de reformas educativas que generan profesores cada vez menos preparados, haciendo necesario que ante la falta de "profesores idóneos", hagamos nombramientos provisionales, ya que el 67% de los aspirantes a cubrir los espacios en las aulas que México requiere no cubren el perfil; vamos por un país en el que sólo el cuatro por ciento de los aspirantes a profesores obtuvieron calificaciones excelentes.

Reformas en educación, exámenes de oposición, concursos para cubrir plazas; que vienen amañados o dirigidos. Donde los estudios realizados en instituciones y universidades de prestigio, tanto públicas como privadas que reciben el aval de la SEP valen nada en la lucha escalafonaria; al menos eso pasa en estas tierras de nuestra querida Laguna, donde un vigésimo lugar en calificaciones es válido para ocupar uno de seis puestos directivos. Donde la preocupación (que no ocupación) de los docentes de secundaria es que los estudiantes que arriban a esta instancia no saben leer o escribir y su nivel de manejo de matemáticas es ínfimo, cuando no nulo.

En México, tenemos una gran habilidad, el olvido, y esta "cualidad" ha hecho posible que vivamos un eterno retorno, donde las mismas promesas se repiten una y otra vez, incluso a veces con las mismas frases huecas y siempre con los mismos resultados. Cambios para que todo siga igual. Esa nula capacidad de retención que tenemos, que nos hace olvidar rápidamente las mentiras, los agravios, hacen posible que sigamos en un circo de simulación, donde maquillamos y volvemos a maquillar la realidad, la cotidianidad que no nos permite ver más allá. Donde el esfuerzo de hombres y mujeres que buscan el bien hacer y ser para el país se pierda una y otra vez.

Adiós a las ideologías, adiós a la historia; demos la bienvenida a esas reformas tan ansiadas (por algunos, que quede muy claro), olvidémonos de trivialidades y hagamos de la historia una campaña publicitaria que cante loas al poder en turno, que siga ese eterno culto al tlatoani tuerto que dirige los destinos de una sociedad ciega. Donde los libros de texto sean el reflejo del discurso de siempre y se conviertan en publicidad gratuita que mutila la Historia de México y la acomode de acuerdo al discurso oficial. Hagamos del olvido la mejor herramienta para perpetuar la venta, hagamos ricos más ricos, que Forbes necesita nuevos nombres en su lista anual de millonarios.

Un México de reformas estructurales nuevecitas, donde la infraestructura es insuficiente, obsoleta y deficiente, así como una superestructura que se engolosina contemplando su poder, empeñada en perpetuarlo. Aunque la línea está clara, sigamos cantando, vámonos al table (que en la política -ésa que busca el bien para todos- es lo de hoy; al menos para esos misóginos garantes de la moral que viven de las dádivas del Gobierno arropados por su bandera blanquiazul) y disfrutemos un "performance" con Mecano de fondo y sigamos trabajando por mejorar a nuestro país.

"…mira ahora, mira ahora, puedes mirar, que ya me he puesto maquillaje, y si ves mi imagen te vas alucinar…". (Con letras de la canción "Maquillaje" de Ignacio Cano).

---

El Siglo de Torreón - Imágenes - jue 14 ago 2014 - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1026662.imagenes.html

ENTRE MARAVILLA Y TRAGEDIA

ENTRE MARAVILLA Y TRAGEDIA
Raúl Humberto Muñoz Aragón

Pocos son los hechos y situaciones que dejan de manifiesto la inutilidad de las palabras, como presenciar el nacimiento de un hijo. El cúmulo de emociones y sentimientos que se agolpan en uno es inmenso, y van de uno a otro con una velocidad que deslumbra, es ahí donde se da el momento de mayor felicidad unido al de un temor que abruma por todos los posibles futuros que inician en ese momento. Es el momento de mayor unión de la pareja, y pareciera una paradoja, pues es justo ahí cuando la pareja empieza a multiplicarse y fusionarse en un nuevo ser.La alegría del nacimiento de un hijo es el clímax de una espera llena de esperanza, fruto del encuentro de dos historias que han recorrido caminos individuales hasta antes de conocerse, momento en el que inician un camino en conjunción, con encuentros y desencuentros, con sueños y destinos entrelazados, caminando en la búsqueda tan ansiada como esquiva de la felicidad (ésa que con el tiempo descubrimos que es camino y no destino), una felicidad conjunta que tiene su punto más brillante y excelso cuando escuchas el llanto primero de tu hija, cuando ves maravillado como abre los ojos (que aún no pueden ver bien) con entusiasmo al escuchar por primera vez la voz de mamá… no hay lágrimas más dulces que las que se dan en ese momento.

Con el nacimiento de un nuevo ser, nace también una nueva forma de ver el mundo, un camino nuevo para todos, una oportunidad de ser mejores individuos y sociedad. Representa una visión distinta ante la misma realidad, ésa que poco a poco vamos conociendo más. El nacimiento de un hijo nos hace más nobles, nos recuerda la fragilidad y el portento a su vez que es la vida; cada hijo es una esperanza más, un reto más, un azaroso camino que a veces quisiéramos nosotros pasar por ellos. Ver cómo descubren tu voz, cómo formas uno con él en su mundo es sin duda maravilla pura.

Cada hijo es un universo nuevo, completo, digno de vivir y ser vivido. A veces, el azar, ese ocioso que todo lo rige, nos trae individuos "diferentes", extraordinarios, con potencialidades y necesidades distintas a la mayoría; a veces este hecho duele, sacude, transforma nuestra propia circunstancia, nos vuelve aún más vulnerables, obliga a reconstruir sueños, a ampliar límites, a afrontar nuevos retos; pero aun así, en estas situaciones, nada es más grato que la oportunidad de cambiar el mundo a través de la participación en la formación de un nuevo individuo, que dependerá en mucho de nuestro ser y hacer.

Con cada vida trunca de un niño, perdemos una oportunidad de ser mejores… No imagino un dolor mayor que la partida prematura de una vida; es el colapso de un universo, es la antípoda perfecta a la felicidad que convoca su llegada. Con la muerte de un niño, sea por enfermedad o por un accidente, perdemos un poco de nuestra humanidad… pero perder a un niño por la brutalidad, la mezquindad, la intolerancia, el fanatismo, la bestialidad, la negligencia del ser humano es sin duda, además de terrible, una muestra de la medianía y mediocridad a que puede llegar el espíritu del hombre cuando éste pierde de vista su esencia y sentido.

296 niños muertos en Gaza, en "Tierra Santa", producto de una guerra fratricida, estúpida, ilógica, inútil; en ellos hemos muerto nosotros mismos un poco, el espíritu del hombre del Siglo XXI, tan lleno de soberbia y tecnología, tan ufano de logros tecnológicos y científicos, tan obsesionado en tener y tener y tener siempre más, lo que sea, aunque sea el producto de la explotación de niños trabajando en condiciones miserables en algún país más miserable aún del llamado tercer mundo, siempre con la intención de hacer más y más rico a uno más miserable todavía que requiere de dinero para sentir que vale un poco. Una "Tierra Santa", tan llena de sangre y lágrimas, donde se pelea y se asesina entre hombres que adoran a un mismo Dios, un Dios que llora por cada gota de sangre derramada, un Dios que no entiende cómo se trunca el futuro de los pueblos al mutilar o matar a cientos, miles de niños en el mundo, porque Gaza no es sólo una franja perdida en la tierra más venerada por las "grandes" religiones del mundo, no, Gaza está en todas partes donde niños son abusados por sus guías espirituales, por "hombres santos" que en su podredumbre destrozan vidas con el fin de saciar sus pobres necesidades.

Gaza es aquel avión derribado por un misil fantasma y cobarde que destroza, está en las epidemias que recorren el mundo, siendo la primera el hambre. Está en los niños que son obligados a combatir guerras de las cuales no tienen culpa y si son víctimas; a luchar por defender a bandas delictivas que los usan como carne de cañón, artículos desechables en un mundo cada vez más desechable.

All we saying is give peace a chance… quizá sólo se requiera de un beso fraterno.

---
El Siglo de Torreón - Imágenes - jue 7 ago 2014, 9:44am - https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1024273.imagenes.html

miércoles, 4 de marzo de 2015

CONFESIONES

CONFESIONES
Raúl Humberto Muñoz Aragón


Amo a México, sin lugar a dudas, apasionadamente; a pesar de todo, de gobernantes y políticos ineptos, corruptos y delincuentes; de empresarios voraces, sin sentido de solidaridad y subsidiaridad, que sólo sueñan con tener y tener siempre más; de la violencia que pareciera impregnar todos los rincones del país, que destruye hogares; de una cultura del narcotráfico que se posiciona en el inconsciente colectivo nacional generando nuevos arquetipos; de la obesidad y del bullying; de un sistema educativo ocupado en preservar un statu quo más que en generar nuevos y mejores ciudadanos; a pesar de todo. Me fascina su cultura, su gente, sus calles, su sol, sus días, sus olores y sus sonidos. Me enorgullece ser mexicano, sentirme sucesor de su historia, ésa que va en camino a definirnos, construida día a día, tanto ayer como hoy.

Disfruto a plenitud los terregales de mi querida Laguna, así como los chubascos en la Ciudad de México. Nada más gratificante que una buena comida mexicana, tan llena de sabores, aromas y colores que se convierten en un duelo en el que las papilas gustativas se deleitan con cada esencia, llenándonos de recuerdos, de lugares, de familia, acompañada de algún buen vino de Parras o de las Californias, o una cerveza de ésas que tan bien se dan en nuestro país, o quizá un tequila, sotol, mezcal o tan siquiera un pulque curado de piña.

Amo la intensidad de luz en La Laguna donde el Sol se deleita bañándonos de un calor tan seco que se mete en las venas, que alimenta a noas y cardenches; esta tierra nuestra que de tiempo en tiempo nos nutre el cuerpo con la mágica "lluvia lagunera". El clima impregna el alma de aquéllos que tenemos la dicha de vivir en sus ciudades, haciendo de los laguneros gente franca, cálida y siempre dispuesta a ofrecer un espacio a quienes allende las fronteras tienen a bien arribar aquí.

Disfruto la Ciudad de México, tan llena de historia que a cada paso, al doblar cualquier esquina, te aborda. Me seduce el dinamismo de su gente, el poder de las culturas que ahí se asentaron. El sincretismo en sus calles es extraordinario, desde el conjunto de La Villa de Guadalupe que año con año convoca a más visitantes que cualquier otro espacio religioso en el mundo hasta el Zócalo o la Plaza de Garibaldi. Entre marchas y ciudadanos combatientes, centro neurálgico en que se lucha fervientemente por aquello que se cree. Ciudad de palacios, museos, librerías, de una cultura que vibra al ritmo de la República. Me emociona andar en el metro, me recuerda siempre las canciones de Chava Flores.

Guadalajara, es una ciudad que como ninguna otra me ha hecho sentirme orgulloso de ser mexicano; en ella, se siente la nobleza de nuestro pueblo inmersa en un orgullo y distinción que le dan la historia vivida. Me encanta la alcurnia de Durango Capital o el dinamismo de Monterrey, me divierte la "rivalidad" entre regios y laguneros.

Sueño con las playas mexicanas que hacen del despertar un encuentro maravilloso gracias al ronroneo de las olas. Los atardeceres y los amaneceres en México me trasladan a un mundo inmerso de calidez, de colores, de sensaciones que sin duda me llevan a rememorar la música mexicana, desde el huapango a los sones, del mariachi a la tambora, hasta el lamento del canto cardenche y una larga lista de opciones que engrandecen el abanico musical de un pueblo que canta a la vida y a la muerte, que sueña y arrulla, que recibe y despide con música.

Me enorgullece el legado que los primeros pueblos originales de nuestro país. El entrar en la sala de las culturas del Norte de México en el Museo Nacional de Antropología y encontrar la exposición de La cueva de la Candelaria que da testimonio y fe de las culturas que nos precedieron en esta Laguna nuestra, tan llena de sol como ninguna otra región del país. Recorrer la sala Maya y dar un breve vistazo al esplendor de una sociedad que aún no conocemos del todo, empequeñecer ante la grandeza de la Piedra del Sol, la que orgullosa preside la sala principal de Tenochtitlan.

Subir cada uno de los trescientos sesenta y cinco escalones de la Pirámide del Sol en Tehotihuacán, sentir el corazón latir con tal brío que pareciera querer emular el "tam-tam" de los tambores que en tiempos idos ya habrían de musicalizar las ceremonias que ahí se realizaron alguna vez. Su grandeza es tal que no puedo asimilar en toda su dimensión de los imperios que hicieron la grandeza de la Mesoamérica. Sueño con caminar por la Riviera Maya, Paquimé, La Quemada y una larga lista de lugares.

Amo a México, sus mares, sus montañas, sus dunas y sus playas, sus calles, su historia, su arte, su cultura. Amo sus sueños, su música, sus silencios; la lucha libre y su cultura popular. Sus dulces, su comida; el pan dulce, el chocolate, el mole, los lonches, tacos y gorditas… amarlo es mi orgullo.


(31/VII/2014) El Siglo de Torreón / Imágenes / http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1021974.imagenes.html

martes, 3 de marzo de 2015

COMO POLILLA TRAS LA LUZ

COMO POLILLA TRAS LA LUZ
Raúl Humberto Muñoz Aragón


Me fascina lo prohibido, nada más embriagante que transitar por aquello que no está bien visto, que la censura y las buenas conciencias consideran intolerable. Nada me atrae más como el romper límites, transitar por la delgada línea que señala el camino del buen hacer, buen pensar o buen decir.
El pensar en lo prohibido me es tan atractivo como a las polillas una lámpara incandescente. Y no estoy solo en ello, es un deseo permanente en la humanidad, el sueño compartido y si lo pensamos bien, es el fin último de los límites, que son creados para ayudarnos a entender y caminar por rutas sabidas y probadas, y una vez comprendidas en su totalidad, poder aventurarnos allende a esos límites que nos plantearon el andar.
Esta fascinación por lo prohibido, al menos en mi caso, va de lo más trivial, si se quiere pensar así, hasta derroteros más complejos y profundos. Así, un día un poco aciago de mi historia personal y tras muchos estudios médicos, el doctor en turno, de cuyo nombre no quiero acordarme, me dio un largo listado de alimentos y bebidas que tenía prohibido ingerir, ello porque podrían ser detonantes de la tortuosa migraña que a veces me acosa… entre ellos mencionó los chocolates, los quesos, los vinos. He ahí que no hay golosina que me encante más que el chocolate, amargo o dulce, de la vaquita o de esos importados con mucho pedigrí, no hay deleite mayor a lo que este néctar de los dioses puede generar.
Sin duda un buen vino, unos buenos quesos, un ate de membrillo y unos chocolates son el mejor aderezo para alguno de los libros prohibidos que se enseñorean en mi biblioteca. Uno de los grandes sueños de mi juventud es el tener entre mis libros el Index librorum prohibitorum, ese deleznable catálogo inventado por la Iglesia Católica en donde se dedicaron a dejar constancia de aquellos libros que estaban prohibidos por ella, y que eran motivo de excomunión directa; siempre he soñado con que este índice se convierta en mi guía de lectura.
"La última tentación de Cristo", "Los hombres detrás del sol", "Yo te saludo, María", "Calígula", "Salo o los 120 días de Sodoma", "La naranja mecánica", "El último tango en París", "Sweet Movie", "Freaks", "El imperio de los sentidos", "Holocausto caníbal", "Senderos de gloria", "El tambor de hojalata", "Fando y Lis"; componen horas emblemáticas de la filmografía mundial que se han convertido en varias de las películas más prohibidas de la historia, piezas cinematográficas apasionantes, escabrosas, sórdidas, poéticas y claro, integrantes de mis afanes particulares, fruto de muchos años de búsqueda y algunas de las sesiones ante el televisor más impactante, siempre seguidas de disertaciones y debates siempre gratificantes. Son películas que agreden y ofenden, que han de verse siempre con un espíritu de tolerancia y respeto; valores que nos permiten confrontar ideas, compartir sueños y discernir de lo pensado por otros, ésta es una de las maravillas de lo prohibido.
A veces lo prohibido se encuentra en un sueño, como el mítico sueño de Giuseppe Tartini ocurrido en 1713, cuando el mismo Diablo se le presentó en sueños y en un diálogo que mantienen, es el Diablo quien recibe el violín de Tartini y toca una sonata que lo transforma y conmueve. Al despertar Giuseppe Tartini compone "La sonata para violín en sol menor", más conocida como El Trino del Diablo, en un intento por emular la obra maestra creada por el Diablo en su sueño.
Esta no es la primera vez que el Diablo se asoma a la música, y uno de los ejemplos más renombrados es Nicolo Paganini, de quien se dijo en su tiempo que había hecho un pacto con él, e incluso hubo quien llegó a afirmar que era el mismo Príncipe del Infierno, otros más ven en sus obras el talento diabólico, la más citada es "La Streghe" que fue escrita cien años después de la obra de Tartini antes citada en 1813.
La música sin duda es un gran acercamiento con aquellos temas o tópicos prohibidos, el ejemplo muy nuestro es la llamada canción protesta, canciones de autor que reflejan su compromiso con la lucha social: Chicho Sánchez Ferlosio, Paco Ibáñez o Serrat en España; Nacha Guevara, Mercedes Sosa, León Gieco, Gian Franco Pagliaro y Cabral en Argentina; Zitarrosa y Viglietti en Uruguay; en Chile, Víctor Jara, Violeta Parra, Inti Illimani; Alí Primera en Venezuela; en Cuba, Carlos Puebla, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez; Carlos Mejía Godoy Nicaragua y en México, Amparo Ochoa y Óscar Chávez… lista limitada pero representativa de las voces que han alimentado la canción comprometida en nuestros países, siempre prohibido por un statu quo que se engolosina con el poder.
Esa es mi fascinación por lo prohibido, nada más disfrutable que una velada con vino tinto, queso, chocolate, música y el comentario de alguna película, siempre soñando con un mundo mejor.
ymahr@yahoo.com
facebook.com/Ymahr

@Ymahr.Nogara

El Siglo de Torreón / Imágenes / Jue. 24 Jul. 2014 / http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1019596.imagenes.html

EL ETERNO RETORNO DE LA INFORMACIÓN

EL ETERNO RETORNO DE LA INFORMACIÓN
RAÚL HUMBERTO MUÑOZ ARAGÓN

Nada es, si antes no ha sido observado… éste es el resultado que arroja la física cuántica de hoy día, ésa que tanto aborrecía Albert Einstein y que con el paso del tiempo ocurre que pudiera ser verdad que Dios juega a los dados con el Universo. Según algunos físicos como Vlatko Vendral -profesor de física de la Universidad de Oxford- el componente esencial de la realidad es la información; con base a ello, la energía y la materia no tienen existencia independiente y anterior a la observación. En esencia, nosotros mismos somos información, y hemos de requerir que alguien nos vea, nos lea.

Así que según la vanguardia de la física moderna, el Universo no estaría compuesto de materia y energía, sino de información; así la información es tan importante e incluso omnipresente que sería lo único que no pudiera ser absorbido por un hoyo negro… así que la conclusión es fácil y simple: la información no se crea, ni se destruye, sólo se transforma; y en ello, existiría ese mundo de las ideas que en algunos momentos se nos acerca y nos muestra algunos aspectos de la realidad.

Es aquí donde me gusta pensar en ese "eterno retorno" que Nietzsche presentaba como realidad inalterable, como condena, que aunque algo pareciera perderse en el discurrir del tiempo, tarde o temprano regresa, quizá en la búsqueda del mejor momento, el preciso para que pueda ser entendido y aquilatado en toda su valía, al menos, de una forma diferente… he aquí algunos ejemplos.

El primero, son los llamados Papiros de Oxirrinco, un numeroso grupo de manuscritos descubiertos en 1897 por los arqueólogos Bernard Pyne Grenfell y Arthur Surridge Hunt, y que todavía, hasta el 2008, han seguido encontrándose en la región de Oxyrhynchus (actualmente el-Bahnasa) en Egipto. Estos papiros datan de los Siglos I al IX y estuvieron perdidos durante siglos, en ellos se incluyen miles de documentos en griego y latín, cartas y trabajos literarios, pergaminos de vitela y manuscritos en idioma árabe en papel. En estos papiros, se han encontrado textos de Píndaro, Safo, Alceo de Mitilene, Aristóteles, Eurípides, Sófocles, Baquílides, entre otros, así como una pieza musical del Siglo III, las más antigua recuperada hasta hoy, o fragmentos del Evangelio de Tomás, del cual se encontró una versión completa en el siguiente descubrimiento.

Los Manuscritos de Nag Hammadi, descubiertos en Egipto en 1945, los que se componen de una colección de 52 textos gnósticos de los primeros cristianos escritos en 13 códices de papiro forrados en cuero y enterrados en vasijas selladas. A este descubrimiento, se le suman los Rollos de Qumrán, que son una colección de alrededor de 800 textos de origen hebreo, escritos probablemente por integrantes de los esenios, y encontrados en once grutas en los alrededores del mar Muerto en el año de 1947. Ambos descubrimientos vendrían a presentarnos la diversidad de movimientos teológicos que se desarrollaron entre el Siglo II a. de C. y el Siglo IV, mostrándonos como surgiría el cristianismo. A estos descubrimientos, se sumaría el realizado la década de 1970 del denominado Evangelio de Judas, que muy probablemente pertenecía a la biblioteca de Nag Hammadi, el cual fue dado a conocer en el año de 2006 por la organización National Geographic Society.

Hay que comentar que no sólo la información nos llega en libros, que las ideas también viajan a través del arte, y un ejemplo son un par de obras perdidas de Leonardo Da Vinci que pareciera que han vuelto a la luz, una es "La batalla de Anghiari", que es una pintura al fresco pintada en un muro del Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio de Florencia entre 1503 y 1506 y que Maurizio Seracini sugiere se encuentra tras "La Batalla de Marciano en Val di Chiana" de Giorgio Vasari tras el ya mítico estandarte verde con las palabras "Cerca trova" que se encuentra en dicho mural. La otra pieza de Leonardo es "La Bella Principessa", retrato de Bianca Sforza y que fue arrancado de un libro editado entre los años 1490- 1499 y titulado "La Sforziade".

Y pudiéramos seguir con este recuento de obras perdidas reencontradas, desde la escultura de San Juan Bautista de Miguel Ángel hasta el Libro Perdido de Nostradamus descubierto en 1982, o el mítico y entrañable filme "El vampiro y el sexo", versión no censurada de "Santo en el tesoro de Drácula", descubierto en el 2011 en una bóveda de Cinematográfica Calderón, la productora original de esta película y estrenada por fin en Guadalajara.

Si, a fin de cuentas la información es el todo del Universo, en ella nos va la inmortalidad, una que no es tan agobiante como el vivir para siempre, sino que es una renovación constante y es ese eterno retorno que nos permite volver en cada tiempo, siempre a la captura de información de ese idílico mundo de las ideas que alguna vez soñó Platón.


EL SIGLO DE TORREÓN / IMÁGENES / JUE 17 JUL 2014 / HTTP://WWW.ELSIGLODETORREON.COM.MX/NOTICIA/1017158.IMAGENES.HTML